Pues sí. Es rosa. Pero, aunque la más vistosa, esa no es su característica más evolutivamente alucinante: tambien tiene un cuello mucho más flexible que cualquiera de las otras especies de su grupo, debido a que las vértebras cervicales no están fusionadas; tambien tiene los huesos de las extremidades anteriores articulados de tal manera que puede hacer movimientos rotatorios hacia delante o hacia atrás con las mismas, a diferencia que el resto de especies de cetáceos; y además, también a diferencia del resto de odontocetos, es heterodonto, es decir, tiene dos tipos de dientes: monocúspides en la parte delantera y bicúspides en la parte trasera de la mandíbula. Juntando todos estos datos, lo que no puedo creer,es que sea... (insert "redoble de tambores" here) ¡UN DELFÍN! Wait, ¿un delfín con el cuello flexible, aletas que pueden hacer movimientos rotatorios en los dos sentidos, dos tipos distintos de dientes y, encima, rosa? Pues sí, estoy hablando, como no, de Inia geoffrensis, el delfín de río del Amazonas, boto rosa, o como lo llaman los habitantes del Amazonas, boto vermelho.
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Inia geoffrensis |
Pero, ¿qué es Inia geoffrensis, y cómo ha llegado hasta allí? Los orígenes de esta poca conocida especie se encuentran, con toda probabilidad, en el periodo de alto nivel del mar del Mioceno Medio. Durante esa época las cuencas de diversos ríos en todo el mundo, entre ellos el Amazonas, se convirtieron en importantes ecosistemas marinos epicontinentales. Se cree que los ancestros de los cuatro taxa existentes de delfines de río, entre los que se encuentra la familia Iniidae, eran habitantes de estos mares epicontinentales miocénicos. Con la recesión del nivel del mar ocurrida durante el Mioceno superior, los representantes fósiles de la familia Iniidae permanecieron aislados en el mar interior, desconectado ahora de los océanos, y así "escaparon" a la tendencia evolutiva de los delfínidos. Más tarde, con la elevación del terreno que formó los Andes venezolanos y el cambio de sentido del drenaje, el grupo Inia evolucionó para adaptarse al Amazonas, que se estaba convirtiendo en un sistema de agua dulce de extraordinario tamaño, diversidad y abundancia.
Y, ¿por qué todas estas adaptaciones, que tan diferentes los hacen del resto de delfines? Bueno, pues vamos por partes:
Cuello flexible: dos características del ambiente en el que estos animales viven pueden considerarse causantes de una presión evolutiva hacia una mayor flexibilidad del cuello, y del cuerpo en general.
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Aspecto de la zona de inundación |
En primer lugar, estos animales viven en un ambiente tortuoso, especialmente durante la mitad del año en que el bosque está inundado, y por tanto su hábitat se extiende entre ramas y raíces, árboles y arbustos sumergidos . Una mayor flexibilidad permite movimientos mucho más adecuados para navegar por ese laberinto y, creedme, a veces les ves desaparecer entre dos árboles y piensas: "es imposible que se haya metido por ahí..." pero al cabo de 3 minutos aparece al otro lado y, una vez más, te dejan sorprendida y maravillada. Otro factor que pudo influir en la evolución hacia un cuello más flexible es la turbidez del agua. En la mayoría de ambientes en los que viven estos animales, es imposible ver nada debajo del agua. Esto hace que dependan totalmente del sistema de ecolocalización (que también tienen extraordinariamente desarrollado) y por lo tanto, cuanta más agua circundante puedan "escanear" en busca de peces, más presas encontrarán, más tiempo libre para aparearse, etc. etc. (todos sabemos ya como funcionan estas cosas).
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Hembra adulta "mirando" a su cría |
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Otra maravillosa visión del bosque inundado amazónico |
Movimientos rotatorios de las aletas: esta adaptación está muy relacionada con la anterior. Como ya hemos dicho, estos animales viven durante la mitad del año en un tortuoso laberinto y, aunque son muy flexibles, tambien son animales bastante grandes, con lo que les puede ser difícil dar la vuelta y salir, dependiendo de dónde hayan ido a meter el hocico. Las aletas pectorales capaces de rotar en los dos sentidos les permiten, en caso de haberse metido en un agujero sin salida tras un pez especialmente sabroso, impulsarse con ellas y "dar marcha atrás" para salir del agujero con la cola por delante (iba a decir entre las patas, pero... eso).
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Surubim |
Heterodontia: otra de las características que hace que esta especie sea única entre los cetáceos es que tienen dos tipos distintos de dientes: en la parte delantera de la mandíbula tienen dientes monocúspides, comunes a la mayoría de odontocetos; pero en la parte de atrás tienen dientes bicúspides, que tienen una función parecida a la de nuestros molares. Las "causas" (ya sé, ya sé, pero todos sabemos lo que quiero decir) de la presencia de este carácter atípico las encontramos, una vez más, en las características del medio en que viven: son frecuentes en el amazonas peces como los silúridos, con procesos dérmicos protegiendo la cabeza, lo que en inglés se conoce como "armed fishes", y que sirven de alimento a los botos. Es fácil imaginar que es mucho más fácil comer peces recubiertos de huesos cuando uno tiene unas buenas muelas para romperlos.
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Adulto macho, rosa prácticamente por completo |
Coloración: (o quizás debería decir la falta de ella). Pues sí, llegamos a la característica estrella, la más famosa de estos animales y la que les ha ganado su fama y su nombre en las distintas lenguas de los pueblos que se han encontrado con ella (piraiaguará, mujer roja de agua, en tupí-guaraní; boto vermelho, boto rojo, le llaman los caboclos, habitantes riberinos del amazonas; pink river dolphin, delfín de río rosa, es como Jaques Cousteau les llamó en 1982 cuando exploraba el amazonas, y así son conocidos en inglés desde entonces). Y lo cierto, siento decepcionaros, es que estos animales no tienen coloración rosa. De hecho, nacen de color gris oscuro como cualquier otro delfín, y muchos de ellos mueren siendo grises, aunque ciertamente un gris mucho más claro. Y, ¿qué son entonces los individuos completa, o casi completamente rosas, como el de la foto? ¿Albinos? Pues tampoco. Algunos de ellos, simplemente, pierden la coloración con el tiempo. Quizás es que en un agua tan turbia en la que no se ve nada es más económico, energéticamente hablando, dejar de producir el pigmento que mantiene a la piel de color gris oscuro. Quizás es que, precisamente por ser el agua tan turbia, perder el pigmento y ser de un color más vistoso como el rosa hace que dos individuos se puedan reconocer más fácilmente debajo del agua, facilitando el apareamiento... ¿quien sabe? Pero, a parte del elemento pasivo de pérdida de pigmento, los delfines de río, concretamente los machos, se vuelven rosas "activamente" debido a un comportamiento típico entre machos de muchas otras especies, incluidos los humanos, y más viejo que el ir a pie y la sopa de ajo: los machos de Inia geoffrensis se pelean por las hembras.
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Zona dorsal de un macho adulto, con abundantes cicatrices |
El comportamiento de estos animales es, en general, fascinante, por lo complejo y por lo mucho que difiere del de otros cetáceos que podrían pensarse parecidos: los botos sorprenden en su manera de relacionarse entre ellos y con otras especies, en su manera de cortejar y aparearse, en su manera de alimentarse, y en tantas otras cosas que daría para uno o dos posts más (que no puedo prometer, y por tanto no prometo, que escriba), pero la que nos ocupa aquí es el comportamiento agresivo entre machos por la "obtención" de hembras con las que aparearse, así que al lío: es frecuente encontrar a estos animales en grandes números en las zonas donde hay una mayor concentración de peces. Estos grupos que se forman no son estables, sino temporales, y aunque los animales pueden ser vistos pescando coordinadamente e interaccionando entre ellos, una vez hayan comido y se vayan cada uno por su camino, es posible que no se vuelvan a ver nunca más en la vida. Es en estas aglomeraciones, en estos "shopping centers", donde los comportamientos de apareamiento más interesantes pueden ser observados: si en el grupo hay una mayor presencia de machos que de hembras, es bastante común ver machos enzarzándose en violentas peleas que implican mordiscos, cabezazos, saltos encima del otro animal, golpes en el espiráculo... Pueden llegar al punto de saltar encima del otro individuo e intentar impedir que suba a la superficie a respirar. El resultado de estas peleas, a parte de algunos hocicos torcidos y pedazos de aletas faltando, son unas enormes heridas, sobretodo en la zona de la cabeza, pero por todo el cuerpo en animales de mayor edad, que al cicatrizar se convierten, como todas las cicatrices, en tejido rosa. Así, al observar un adulto macho completamente rosa entendemos que, aunque en parte se deba a la pérdida de pigmento, la mayor parte de tejido rosa es, en realidad, tejido cicatrizado.
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Tres machos adultos en pleno "calor de la batalla" |
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Cicatrices en la aleta caudal |
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Cicatrices alrededor del espiráculo |
Pues hasta aquí el "misterio de los increíbles delfines rosas", pero me queda una cosa por decir, algo que no tiene nada que ver con la coloración, pero es que si no la cuento reviento, de lo interesante que me parece: he contado hasta ahora que, cuando se encuentran muchos botos juntos y hay más machos que hembras, los primeros se pelean por los favores de las segundas. ¿Qué pasa, entonces, cuando en el grupo hay más hembras que machos? Pues pasa que los machos intentan ganarse a las hembras de otra manera, mucho más romántica y sensiblera: les hacen regalos y les llevan flores. ¿LO CUÁLO? os diréis... Pues sí, se ha descrito para estos animales un comportamiento de apareamiento llamado "object carrying" o "adornment display" que, hasta dónde yo sé, sólo ha sido descrito en humanos y en algunos primates (creo que chimpancés, si alguien sabe más sobre esto, por favor, corregidme en los comentarios) hasta ahora. Básicamente, lo que hacen los machos es coger pedazos de barro del fondo del río, palos o ramas que estén flotando en el agua o "ramos" de alguna de las diversas plantas acuáticas que flotan por el Amazonas y agitarlas en el aire y golpear el agua con ellas, con la esperanza de que a alguna hembra se le derrita el corazoncito y acepte aparearse con ellos. Pues hala, ya lo he dicho. Este comportamiento está bien documentado y ha sido publicado, pero por lo que sé, todavía no se han hecho estudios sobre su repercusión en el éxito reproductivo de estos animales, así que no me lo pregunteis. Sin embargo una cosa os diré: durante el año que pasé observando a estos animales en el Amazonas, hubo uno de ellos, un adulto macho enorme, gigante, llamdo 6R (foto) al que vi realizar este comportamiento más veces que a cualquier otro y, como podeis comprobar por la foto, pese a ser un adulto macho de bastante edad tenía pocas cicatrices y se conservaba bastante gris. No quiero decir que estos dos hechos estén relacionados, ni sé nada sobre el éxito reproductivo de 6R, ya que los análisis genéticos todavía no se han llevado a cabo (aunque se tomaron muestras para ello) y sin ellos es imposible determinar quién es padre de quién en esta especie, pero ahí lo dejo, por si acaso.
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Adulto macho "exhibiendose" con una rama de "capim" |
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Machos adultos con barro y ramas en la boca |
Con esta entrada participo en la VI edición del Carnaval de Biología organizada por @copepodo en su blog: Diario de un copépodo
*Fe de erratas:
1 - mares epicontinentales, y no "males"
2 - fósiles, y no "fósules"
3 - reviento, no "rebiento"
Hay que repasar antes de entregar, niños...